Motos eléctricas, ciudades sin humo
No emiten gases, salen baratas y se recargan desde casa. Las motocicletas, ciclomotores y bicis con motor enchufable son ya una opción ecológica y económica de movilidad urbana.
TEXTO Rafael Carrasco
Las motos eléctricas, o ME, están llamadas a ocupar un lugar clave en el transporte de la próxima década. En los enchufables de dos ruedas no hay híbridos ni medias tintas, como esos coches japoneses con un motor eléctrico y otro de gasolina; las motos eléctricas no utilizan ningún carburante y, por tanto, no emiten dióxido de carbono, monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno o partículas finas en suspensión. Y son tan silenciosas como una bicicleta, algo que paradójicamente está retrayendo a algunos moteros que no acaban de disfrutar con un motor que no hace ruido.
Su único inconveniente, en realidad, es que la producción actual de electricidad se basa en los combustibles fósiles, pero el cambio climático está acelerando el uso de las energías renovables, y, de hecho, según los datos de la Agencia Internacional de la Energía –poco sospechosa de ecologista–, uno de cada dos nuevos kilowatios en la última década provienen del sol, el viento o los saltos de agua; y, en los dos últimos años, las inversiones en renovables han superado las destinadas a energías convencionales. Más aún: según un informe de esta misma agencia, en España, el 36% de la electricidad generada en los ocho primeros meses provino de aerogeneradores, placas solares y demás. Por otro lado, el desarrollo de las tecnologías renovables necesita de nuevas demandas, y la movilidad eléctrica es la principal en los países desarrollados.
Pero la opción de las motos eléctricas no es cosa del futuro: ya están aquí y compensan ecológica y económicamente. Numerosas marcas han lanzado ya sus ofertas en el mercado español y, para animarnos a dar el salto, diversas instituciones ofrecen subvenciones y ventajas fiscales para su adquisición, igual que ocurre con los coches a corriente; no hay que olvidar que la puesta en escena de estos vehículos, al menos en Europa, está teniendo lugar en plena crisis económica.
“La gente quiere hacer el cambio –explica Antonio Milán, director de la empresa tarraconense Emocycles–, pero no a 6.000 euros, sino a 2.000; nosotros estamos desarrollando una gama de vehículos asequibles, desde 2.000 hasta 6.000 euros.”
La gran ventaja de la motocicleta con motor de electricidad es que su gasto anual es varias veces inferior al de un modelo de combustión similar. La red pública de tomas es aún escasa, aunque esto está cambiando rápidamente. El Plan MOVELE del Ministerio de Industria pretende introducir, dentro de entornos urbanos, 500 puntos de recarga en los próximos meses, pero centros comerciales, párkings públicos y otros recintos privados ya están añadiendo la funcionalidad de una toma para vehículos eléctricos; en muchos casos, a un precio reducido.
Pero lo más interesante, seguramente, es procurarse uno mismo la recarga desde casa con un alargador o mediante un enchufe normal en el garaje. El coste de un kilómetro recorrido con combustible eléctrico es al menos tres veces menor que el de un kilómetro con moto de gasolina, pero si se contrata una tarifa nocturna y se tiene opción de elegir entre varias compañías de luz, el ahorro puede ser superior al 500%. Debemos saber, por cierto, que si el garaje es comunitario, la Ley de Propiedad Horizontal indica que “sólo se requerirá la comunicación previa a la comunidad de que se procederá a su instalación”, aunque, eso sí, “el coste será asumido íntegramente por el interesado”. El instalador eléctrico se encargará de la puesta en marcha y los trámites ante la empresa distribuidora y, dadas las facilidades que dan el Ministerio de Industria y las consejerías del ramo, es un trámite rápido y sin complicaciones. También compañías como Iberdrola están facilitando la instalación de enchufes y contadores en plazas individuales de garajes comunitarios.
Mantenimiento y recarga
La recarga completa de la moto lleva varias horas, pero no consume gran cosa. Téngase en cuenta que la potencia de las motos eléctricas es similar a la de un aire acondicionado o un horno eléctrico. Por ello, y porque las recargas suelen hacerse de noche (cuando la mayoría de los electrodomésticos no se usan), por lo general, no es necesario cambiar la potencia contratada en una vivienda normal.
El mantenimiento de una moto eléctrica, por otro lado, es mucho menor que el de una convencional. Al igual que el resto de las motos, el usuario se debe ocupar del estado de las ruedas, sistema de frenos y parte electrónica, y también debe pasar la ITV a partir del cuarto año. Pero los motores eléctricos son más sencillos, tienen menos piezas y, por tanto, menos averías, además de olvidarnos de los cambios de filtros y aceites. De modo que las visitas al taller serán bastantes menos a lo largo de los años, y eso también es ahorro. Por otro lado, los fabricantes ofrecen las mismas garantías al comprador, incluidos talleres propios –de marca– para cualquier tarea de reparación y puesta a punto; y las pólizas de seguro no deberían variar respecto a las de las motos convencionales. Eso sí, si piensas comprarte un vehículo de este tipo, asegúrate de que tienen servicio técnico en España y, si es posible, cerca de donde vives. En especial, observa esta precaución si la compra la realizas a través de internet, ya que puedes ahorrarte un buen dinero al principio pero, si hay problemas tecnológicos después, la cosa puede ser grave.
Según los datos del fabricante catalán Emocycles, si se conduce la moto una media de 40 kilómetros cada día, cinco días a la semana, haríamos algo más de 10.000 km al cabo de un año. Con una moto de gasolina dejaríamos en estaciones de servicio unos 625 euros a los precios actuales de los carburantes. La electricidad con un scooter eléctrico EMO costaría menos de 50 euros.
Vehículo urbano
Pese a todo, el uso de la moto eléctrica es limitado. La autonomía de las baterías ha mejorado en los últimos años, y seguirá mejorando, aunque este es un punto a considerar detenidamente antes de comprar. En la actualidad hay baterías con capacidad de hasta 100 kilómetros sin pasar por el enchufe, siempre que no circulemos todo el tiempo a altas velocidades. En un automóvil, la limitada autonomía es un problema importante, pero no lo es tanto en una moto: el recorrido medio de un motociclista urbano es de unos 27 km diarios, según estimaciones de la Organización Europea de Consumidores (BEUC). La moto puede recargarse durante la noche y tenerla lista al día siguiente. Además, algunos modelos tienen baterías extraíbles (las baterías de moto son mucho más pequeñas que las de coche) que se cambian por otra nueva alojada bajo el sillín, así que el problema de la batería se reduce considerablemente.
Hay que tener en cuenta, eso sí, que la vida útil de las baterías no supera los 80.000 km (entre 500 y 1.000 ciclos, de dos a cinco años de media) y, como un vehículo de este tipo dura mucho más, habrá que cambiar varias veces de batería. Este es un aspecto que hay que tratar decidamente con el vendedor. De todos modos, una nueva batería puede costar unos 150 euros, nada que ver con el elevado precio de las pilas para coches.
En cualquier caso, el uso de la moto eléctrica es fundamentalmente urbano. Según un estudio del RACC sobre el potencial de la moto eléctrica, unas 21.000 unidades circularán por las calles de Barcelona en 2014, cuando hoy no llegan a 1.000. El club automovilista catalán cree que la moto sin humos es ya suficientemente competitiva por el ahorro de combustible y mantenimiento, aunque necesita más puntos de recarga y aumentar la autonomía de sus baterías. Según Lluís Puerto, responsable de seguridad viaria de la fundación RACC, un buen empujón a esta forma de movilidad sería la exención total de los impuestos de matriculación y circulación o el estacionamiento gratuito en todos los aparcamientos públicos de la ciudad con capacidad para enchufarse a la red.
Pues ahora que conocemos sus ventajas y limitaciones, hagamos un repaso a la oferta actual de modelos. Arngren, Bereco, Goelixm, E-max, Kyoto Edison, Piaggio, Quantya,Vectrix, E-Fun o Tohqi son algunas de las nuevas marcas –la mayoría nos suena poco o nada– que ofrecen motocicletas y ciclomotores enchufables.
Casi todas son ligeras, parecidas a las clásicas Scooter y de inspiración urbana. Alguna asegura un consumo eléctrico tan bajo que 100 kilómetros de marcha costaría menos de un euro. Algún ciclomotor se presenta con un diseño retro junto a la más avanzada tecnología por dentro. Casi todas alcanzan cómodamente los 70 km por hora de velocidad, y algunas superan los 100, aunque los fabricantes deberían advertir de que las altas velocidades reducen bastante la carga de batería.
Modelos que vienen de asia
Las motocicletas y los ciclomotores eléctricos están exentos del impuesto de matriculación y, en muchos municipios, también del de circulación. Si figuran en la lista de vehículos del Plan MOVELE, tienen una subvención en forma de descuento, pero en algunas comunidades, como en Andalucía, hay también un incentivo autonómico. Los hay monoplaza y biplaza, aunque el mayor peso siempre consume más batería y acorta la su autonomía. Casi todas las personas que prueban estos ciclos destacan la rápida respuesta de la moto en cuanto abres gas, al igual que su fiabilidad.
La mayoría de las motos eléctricas que han llegado al mercado español son adaptaciones de modelos genéricos desarrollados y probados en China, India y otros países de Asia, donde funcionan en gran número desde hace años pero cuyo diseño, generalmente, no seduce al motorista europeo o norteamericano. Por eso, lo habitual es que las marcas vendedoras consigan una licencia de fabricación de una tecnología asiática y, sobre ese modelo, hagan las modificaciones que faciliten la entrada en el mercado occidental. En algunos casos, se ensamblan piezas mejoradas y más fiables que el referente original, como baterías de fabricación europea.
Ése es el caso de Emocycles, una joven compañía asentada en Tarragona y que, desde el próximo mes de enero, comercializará tres modelos que vienen de China pero que han adaptado el diseño para hacerlo más atractivo. Y tienen cuatro modelos más que saldrán dentro de unos meses. “Era el momento para dar el salto –explica el director de Emocycles, Antonio Milán– porque hay mucha demanda de vehículos eléctricos, aunque nosotros creemos que el boom será en 2012; llevamos tres años en este proyecto y hemos esperado hasta ahora porque queríamos estar seguros de sacar un producto bueno que puede alcanzar los 110 kilómetros por hora.”
Going Green es líder nacional en la distribución de vehículos eléctricos y vende en exclusiva para el mercado español las motos eléctricas Vectrix y Oxygen y las bicis enchufables Matra. “Las motos Vectrix –explica José Manuel Caramés, director de Desarrollo de Negocio– son las que más tiempo llevan en el mercado, más de tres años, y vienen de Polonia”. “Las Oxygen –añade– están siendo muy demandadas para reparto urbano, correo y demás, son italianas y se fabrican en Francia.” La compañía de correos helvética Swiss Post, por ejemplo, ha incorporado a su flota de reparto 1.000 unidades Oxygen y, en España, ya empiezan a verse también carteros urbanos y rurales circulando en vehículos eléctricos de estas marcas.
¿Y qué dicen los usuarios de estas motos? Jorge Sánchez Turel es estudiante de ingeniería industrial en la Politécnica de Madrid y va a clase todos los días en este medio de transporte. Ya lo hacía antes con una moto convencional de 125 centímetros cúbicos y, desde hace año y medio, se desplaza con una Vectrix VX-1. Como es similar a una moto de 125 centímetros cúbicos, no le hacía falta sacarse un carnet de moto –basta con el de coche y una experiencia de al menos tres años conduciendo– y, como es eléctrica, el ahorro ha sido considerable. “Eché números –nos explica– porque la moto era más cara que la Yamaha X-Max [de gasolina], pero en revisiones, cambiar la correa y demás me ahorraba al año 250 o 260 euros.” ¿Y el ahorro en combustible? “Unos cinco euros por cada 100 kilómetros, estoy pagando de luz, solo para la moto, de 10 a 12 euros al mes y la uso todos los días para ir a clase”. No por casualidad, estas motos circulan ya por cientos de miles en China o la India. N
Bicis y triciclos con motor eléctrico auxiliar
Europa vive el boom de estos ciclos que reducen el esfuerzo y van por carriles-bici o por carretera
La crisis, la fiebre por la bicicleta que se vive en casi toda Europa y la generalización de carriles-bici en miles de ciudades está provocando otro fenómeno más que interesante para la movilidad urbana: el boom de la bicicleta eléctrica. En Europa, uno de cada tres desplazamientos motorizados que se realizan son de menos de tres kilómetros. En ciudades llanas y con buen clima, la bicicleta convencional es perfecta para la mayoría de esos viajes individuales. Pero si la orografía no acompaña, el clima es lluvioso o muy caluroso, o hay que ir cargado, entonces interesa la bici eléctrica, que se beneficia de casi todas las ventajas de una moto pero, además, puede circular por los cada vez más numerosos y preferentes carriles-bici. La ciudad de Madrid, por ejemplo, tiene un plan de carriles verdes que alcanzará los 575 km lineales en 2016, e iniciativas parecidas se están desarrollando en Barcelona, Vitoria, Sevilla y otras muchas.
www.electrobicicletas.com es un blog que ha analizado el modelo de bicicleta eléctrica Elops 7 y explica sus ventajas. “Dispone de un motor eléctrico de 250 kilowatios que se activa de manera automática al pedalear y nos permite superar cualquier desnivel con facilidad, Tiene una autonomía de 25 km y puede alcanzar los 40 km en función de los desniveles y la carga de la batería”.
Los más modernos avances están solucionando incluso problemas recurrentes de la movilidad a pedales. Es el caso del triciclo reclinado Klimax, ganador, el pasado mes de septiembre, de la tercera edición del Green Award dentro de la muestra-concurso de bicicletas eléctricas Eurobike 2010.
El Klimax, además de plegarse fácilmente para guardarse en casa o en un trastero, incluye un poncho desplegable para protegerse de la lluvia. También dispone de una cubierta antilluvia, la Urban Arrow, otra maravilla de la ingeniería a pedal creada por el diseñador holandés Wytze van Mansum. La cesta de la flecha urbana permite llevar hasta 180 kilos de peso sin peligro de inestabilidad gracias a su bajo centro de gravedad.
Ayudas oficiales que animan a comprar
El Plan MOVELE y otros programas compensan el sobreprecio en una amplia gama de vehículos
El Proyecto MOVELE, gestionado por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), ofrece ayudas de entre 400 y 1.200 euros para una amplia gama de motos y demás vehículos eléctricos.
Algunos ayuntamientos y agencias autonómicas ofrecen también subvenciones para animar la compra de este tipo de vehículos silenciosos y no emisores de gases. Corporaciones como el Ayuntamiento de Madrid van a permitir circular por el centro de la ciudad sólo a vehículos eléctricos, y en algunas calles peatonales o semipeatonales, la moto eléctrica será el único vehículo con motor admisible.
El Ayuntamiento de Pamplona ha aprobado un ajuste en la ordenanza correspondiente para que los vehículos eléctricos de todo tipo no tengan que abonar las tasas de la zona azul. Y todas las semanas, alguna corporación local se suma a la moda de eximir del impuesto de circulación a este tipo de vehículos sin humos. Como recuerdan los fabricantes, al no contribuir a la contaminación del aire, están ahorrando gastos a las arcas locales.
Hazte recargador de vehículos eléctricos
Pronto será legal comprar kilowatios baratos y venderlos a motos o coches eléctricos
La eclosión de los vehículos eléctricos representa una revolución de grandes consecuencias tecnológicas, sociológicas y económicas. Para muchos, este nuevo mercado que se abre va a representar grandes oportunidades de negocio, de un modo similar a la solar fotovoltaica hace unos años, pero a mayor escala.
Entre otras oportunidades, destaca el negocio de recargar baterías de vehículos eléctricos. El Ministerio de Industria está ultimando un decreto que crea la figura del gestor de cargas del sistema. Este nuevo agente prestará servicios de recarga energética para bicicletas con motor, motos, coches, furgonetas o autobuses eléctricos de todo tipo. El gestor de cargas autorizado disfrutará de unas tarifas de electricidad super reducidas para, por un lado, autoconsumirla, y por otro, y de forma complementaria, venderla a terceros.
Como, por otro lado, la infraestructura de enchufes, cables y contadores es bastante sencilla, se espera que muchos miles de personas participen en este nuevo y sostenible negocio.